Llegar a un millón de reproducciones en YouTube no es fácil. Conseguirlo en apenas un mes es aún más difícil. Bragi lo sabe porque el video de su primer sencillo, Chilling, consiguió ambos récords pero detrás de ese éxito hay más de dos años de trabajo y toda una vida preparándose para cumplir su sueño de ser cantante.
“Cuando veo lo que hemos conseguido pienso que soy uno en un millón porque muchos de mis amigos querían eso mismo. Pero lo que me hace diferente es la disciplina”, dice Bragi, un colombiano que desde niño sabía que la música era la pasión de su vida.
Al decir que el actual momento de su carrera es producto de toda su vida, se refiere a que fue muchas otras cosas antes que cantante y en cada una de ellas aprendió algo que ahora le sirve para diferenciarse del resto de los reggaetoneros.
Primero, Bragi entre taekwondo durante su infancia y adolescencia. Llegó al grado de cinta negra primer dan y actualmente, es evidente que esa formación le permite ser un bailarín energético. “Es un deporte en el que tienes que aprender a hacer formas (ejercicios de movimientos coordinados) y eso me ayuda a aprender las coreografías muy rápido”.
Pero también le permite cantar y bailar al mismo tiempo cuando se sube al escenario. “Si ves a los reggaetoneros actualmente, todos traen decenas de bailarinas pero ellos no bailan. A mí me importa hacer ambas cosas”.
Esta intención de diferenciarse de la moda actual de reggaetón es evidente también en el contenido de su propuesta musical. “Mi intención es presentar un formato de show similar a la de las boy bands de los noventa, como Backstreet Boys. Quiero que la gente piense: ‘aquí hay un artista de urbano que no tiene que cantar vulgaridades’. Tampoco es que sean letras cariñosas pero sí con una intención distinta”.
Este ideal no es una casualidad sino producto de una reflexión que ha hecho desde que, por ahí de los 18 años, ganó un talent show en la escuela.
“Yo estudiaba administración de empresas pero siempre tuve en mente la adrenalina de subirme a un escenario. Desde muy pequeño iba a los conciertos o veía videos y sentía lo que transmitían los cantantes. Decía: también quiero hacer eso”.
Pero antes de conseguir su sueño se dedicó también al motocross, otra cosa que ahora conecta con su parte artística: “El manejo de la adrenalina es algo similar a lo que sucede cuando cantas”.
Cuando finalmente terminó la universidad, comenzó a planear su carrera como reggaetonero: tuvo un vocal coach, estudió coreografía y sobre todo, delineó su propuesta, “un reggaetón fino”.
“Hoy los cantantes urbanos muestran sus lujos y las letras suelen ser vulgares. Quiero darle al género urbano un aire fresco, un poco como si fuera El Luis Miguel del reggaetón”.
Con esa idea es que “Chilling” lleva 1.2 millones de vistas en YouTube y además, Bragi ha sido llamado para dar el show de Fórmula 1 en México. “Esperamos que ese espectáculo sea nuestra plataforma de lanzamiento, el despegue para conseguir nuestro objetivo de ser un cantante posicionado entre los primeros artistas del género a nivel internacional, y para ello me he rodeado del mejor equipo de profesionales en todos sentidos; mis sueños son muy grandes, y necesito estar con los mejores", concluyó.
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